Ben Affleck recrea la rocambolesca maniobra de EE.UU. para resolver la crisis de los rehenes en el Irán de 1979.
La revolución iraní, liderada por el ayatolá Jomeini, ha triunfado y un grupo de estudiantes conocido como Discípulos del Imán asalta la Embajada de EE.UU. en Teherán y toma como rehenes a 90 funcionarios, seis de ellos consiguen escapar y refugiarse en el domicilio particular del embajador canadiense. Es el 4 de noviembre de 1979.
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Con mucho humor
Como ya ocurriera con Adiós, pequeña, adiós y el caso McCann, la realidad vuelve a solaparse con Argo, el tercer y más comercial largometraje de Ben Affleck, producido por George Clooney, que se estrena poco después del ataque a la embajada estadounidense de Libia.
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Argo confirma a Ben Affleck como un excelente director, con un perfecto dominio del pulso narrativo y la dosificación de la tensión, capaz de ofrecer originales propuestas como el prólogo narrado en voz en off e ilustrado como si fuera un cómic.
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