El legendario musical basado en el clásico de Victor Hugo llega por primera vez al cine.
Francia, principios del siglo XIX. Jean Valjean (Hugh Jackman), el prisionero 24601, tras toda una vida huyendo del inspector Javert (Russell Crowe), y convertido en el honorable señor Madeleine, se hace cargo de Cosette, la hija de Fantine (Anne Hatthaway), una mujer que se prostituye para salir adelante. Mientras los estudiantes liderados por el revolucionario Marius (Eddie Redmayne), muestran su descontento y toman las calles de París.
Dos años después de ganar el Oscar por El discurso del rey, Tom Hooper logra lo que no pudo Alan Parker, adaptar Los Miserables, el musical de Alain Boublil y Claude Michel Schönberg, uno de los espectáculos más densos y contundentes, con himnos como Do You Hear to the People Sing? y One Day More. Esta historia sobre los parias la han visto más de 60 millones de personas, en 42 países y 21 idiomas, y lleva escenificándose en Londres desde 1985.
A pesar de alterar el orden de las canciones, acortar alguna, e incluso incorporar una nueva, Suddenly, se trata de una versión fiel del libreto, adaptado por William Nicholson (Gladiator), que da un paso adelante en el género, ya que los temas son interpretados por los actores en directo, algo que solo ocurrió en At Long last Love, de Peter Bodganovich.
Un espectáculo impecable
Además, cuenta con una realización brillante; un vestuario inspirado en la obra de Delacroix y Goya, diseñado por el canario Paco Delgado (Blancanieves y La piel que habito), y grandes interpretaciones, entre las que destacan los solos de Anne Hatthaway (I Dreamed a Dream); Hugh Jackman (Bring Him Home y Who Am I), Russell Crowe (la apoteósica Stars) y la debutante Samantha Barks (On my Own).
Ha obtenido cuatro nominaciones a los Globos de Oro: Mejor Actor, Actriz, Película Musical y Canción para la nueva Suddenly.