Tres jóvenes estadounidenses se enfrentan a una banda de narcotraficantes mexicanos en el último filme de Oliver Stone.
Ben (Aaron Taylor Johnson) y Chon (Taylor Kistch) comparten un negocio de marihuana en Laguna Beach, California, y a la encantadora Ophelia (Blake Lively), lo más importante para ellos. El tío lleva una vida idílica hasta que un cártel de droga mexicano les exige entrar en su organización. La despiadada jefa Elena (Salma Hayek) y su lacayo Lado (Benicio del Toro) creen que los amigos serán una presa fácil, pero ignoran que Chon es un exmiembro de las fuerzas especiales estadounidenses, los Seal. Además, cuentan con la ayuda de Dennis (John Travolta), de la DEA, agencia antidroga.
Un trío de actores de carácter, Salma Hayek, Benicio del Toro y John Travolta, arropa a otro de principiantes: Lively (Serena en Gossip Girl); Kistch (protagonista de John Carter), y Aaron Taylor Johnson (el héroe de Kick-Ass), que será el conde Vronsky en Anna Karenina. Este contraste es lo más destacado de un trabajo ya visto en el Festival de Cine de San Sebastián y recibido con malas críticas en EE.UU. por su guión violento y racista. El 'oscarizado' Oliver Stone -Mejor director por Platoon y Nacido el 4 de julio- se aleja de sus arriesgados trabajos sobre Fidel Castro y Sudamérica y se centra en el cine comercial, como ya presagiaba Wall Street: el dinero nunca duerme (2010).