Wes Anderson, uno de los directores indies más mimados, crea una fábula sobre el primer amor.
En la América todavía inocente y próspera de los años sesanta, dos niños de 12 años, Sam, un chaval rechazado por sus padres de acogida, y Suzy, la hija de un matrimonio infeliz, se disponen a pasar el verano en el Campamento Ivanhoe de los Scouts, en una isla de Nueva Inglaterra sin saber que van vivir una experiencia inolvidable. Los dos niños se enamoran y deciden fugarse cuando comienza una tormenta tropical. El sheriff (Bruce Willis), el jefe del grupo (Edward Norton), los padres de la niña (Bill Murray y Frances McDormand) y una rígida trabajadora social (Tilda Swinton), ayudados por todos sus compañeros, emprenden la búsqueda.
Maduros y responsables
Tras siete películas (Fantástico Sr. Fox, Viaje a Darjeeling, Los Tenenbaum...), el director Wes Anderson, creador de un universo propio caracterizado por los detalles vintage, los argumentos surrealistas, un humor excéntrico y una puesta en escena llena de color presenta Moonrise Kingdom, el filme que inauguró el Festival de Cannes, un cuento infantil sorprendentemente tierno, narrado al ritmo de las composiciones clásicas de Benjamin Britten e influido por las novelas de Enyd Blynton y J.D. Salinger, y por excelentes trabajos de los años setenta como La piel dura, de François Truffaut; Melody, escrita por Alan Parker, y Black Jack, de Ken Loach.
Para esta historia ha contado con viejos amigos y colaboradores, como el guionista Roman Coppola, el director de fotografía Robert D. Yeoman, el compositor Alexandre Desplat, y los actores Bill Murray y Jason Schwartzman, que acompañan a Edward Norton, Bruce Willis y Frances McDormand.
A diferencia de sus anteriores filmes, con personajes que se resisten a crecer, aquí el peso recae sobre dos adolescentes que se comportan como adultos, interpretados por los noveles Jared Gilman y Kara Hayward. Su propuesta ya ha cosechado buenos resultados en las taquillas de EE.UU. y Francia.
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