Paco Plaza se remonta en este filme al origen de la historia de terror española más taquillera.
Uno de los Atractivos de la saga [•REC], que ha generado mcien millones de euros en todo el mundo, es que estas películas simulan estar rodadas con una simple cámara de vídeo. En las dos primeras partes, quienes supuestamente la manejaba eran un reportero o un policía. En la tercera parte, el que graba es un invitado de una boda, el mejor y más adecuado videoaficionado posible.
Clara (Leticia Dolera) y Koldo (Diego Martín) se casan y están nerviosos. Quieren que su gran día sea perfecto, desde la ceremonia hasta el banquete que darán en una finca de Barcelona. Todo sale bien hasta que alguien empieza a encontrarse mal...
Nuevos recursos
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Como el principal riesgo era repetirse, el cineasta aporta dos novedades, la acción transcurre de día y el recurso de la cámara al hombro del falso documental solo aparece en una parte: "Tenía ganas de trabajar con encuadres y formatos más cuidados, así que, a la mitad, desaparece la cámara subjetiva y empieza el cine tradicional". La trama sirve como decodificación para descubrir información oculta en las primeras.